2.1 Fundamentación de la concepción metodológica para el fortalecimiento del valor responsabilidad a través de la asignatura Inglés I en la carrera Contabilidad y Finanzas.
La concepción metodológica para el fortalecimiento del valor responsabilidad a través de la asignatura Ingles I, se sustenta en el paradigma histórico cultural teniendo en cuenta al profesor y al alumno en el proceso docente educativo, sus fundamentos epistemológicos y la incidencia en la zona de desarrollo próximo, tal como lo conciben L. Vigotsky y A. Leontiev. Además, porque el aprendizaje constituye un proceso de aproximación de la experiencia histórico-cultural, mediante el cual el sujeto deviene personalidad.
Existen algunos principios esenciales en este enfoque que se toman como base en la concepción metodológica que se sustenta:
Estos principios se evidencian en las diferentes actividades prácticas que se proponen en la concepción metodológica. Se utilizan métodos participativos - activos de autoaprendizaje, centrado en el estudiante como protagonista de su transformación formativa en un aprendizaje grupal. Como resultado, se desarrolla la competencia comunicativa en la interacción que se establece entre los componentes personales del proceso en la adquisición del conocimiento y en el fortalecimiento de la responsabilidad.
El principio de la unidad de las categorías actividad y comunicación es pilar fundamental en la propuesta, ya que es, a través de la actividad que establece el estudiante con sus pares, que se logra la comunicación y su desarrollo.
Precisamente el mecanismo psicológico donde se produce la apropiación del conocimiento, desarrollo de habilidades y formación de valores es la actividad que el sujeto realiza, y la comunicación que en la misma establece. Por ello, la Teoría de la Actividad Verbal, que se basa en la Teoría General de la Actividad formulada por Vigotsky, constituye sustento de la propuesta. Se concibe a la actividad como el resultado de la interacción del hombre con el medio, y se considera al habla como una actividad en sus habilidades básicas: audición, expresión oral, lectura y escritura.
Solo en la actividad es donde los sujetos de la educación pueden interiorizar las influencias educativas del significado de los valores, por medio de las relaciones interpersonales sujeto - sujeto, la comunicación, los hábitos, las costumbres o tradiciones, en determinados tipos de actuaciones y acontecimientos planificados y previstos con fines educativos. A través de la actividad se realiza la expresión de los sentimientos asociados a determinados valores, las cualidades personales que van conformando la individualidad de los sujetos, y todo lo que transita por los planos psicológico, ideológico y actitudinal durante el proceso de formación integral.
Investigadores cubanos de reconocido prestigio como: Fernando González Rey, Viviana González Maure y Teresita Miranda Lena, han desarrollado y enriquecido estas bases teóricas con aportes prácticos muy valiosos. Sin embargo, una concepción metodológica que establezca los intrínsicos nexos entre los componentes conocimiento, habilidad y valor en la disciplina Idioma Inglés no ha sido ofrecida, por lo que se enriquecen las alternativas que se han sugerido y se potencia la responsabilidad en los estudiantes universitarios desde la asignatura Inglés I.
Tradicionalmente la Disciplina Idioma Inglés ha estado sometida a erróneas interpretaciones, por ser su vehiculo de comunicación la lengua del imperialismo. La concepción metodológica propuesta demuestra que es posible, desde el sistema de conocimiento de la asignatura Inglés I, establecer influencias positivas en la formación del educando y lograr incorporar paulatinamente a su personalidad el sentido de la responsabilidad. No solo en el ámbito educacional, sino en el entorno social. Las diferentes temáticas que se abordan en la asignatura están relacionadas con aspectos de la vida cotidiana, tanto de los hablantes de la lengua como de los propios educandos. Precisamente, aprovechar el contenido para propiciar la reflexión, el debate y el análisis favorece la búsqueda de conocimientos, desarrollo de habilidades y apropiación de valores como la responsabilidad. Elementos que conllevan a elevar el sentido del compromiso y la disposición de los estudiantes a ser más competentes.
Las posiciones teórico- metodológicas en la educación de valores: (Fernando , R), son de vital importancia para la concepción metodológica:
Tener en cuenta estos elementos permite dirigir el proceso docente- educativo acertadamente para fortalecer el valor responsabilidad. El diagnóstico juega un importante papel para determinar las insuficiencias tanto por parte del profesor como del alumno, entre ellas: el empleo de métodos pasivos y reproductivos, poca influencia en la formación de valores, pobre vinculación de los contenidos con la práctica social, y el uso de actividades poco sistémicas por los profesores. Por parte del estudiante se observa frecuentemente un aprendizaje poco reflexivo, escasa motivación y limitado desarrollo de habilidades. En consecuencia la puesta en práctica de acciones sistemáticas de la concepción metodológica que estén en correspondencia con ese diagnóstico propicia un trabajo mucho más organizado y fructífero.
El diagnóstico integral del alumno es punto de partida para la propuesta ya que permite establecer el nivel de logros y potencialidades. Además, con su aplicación sistemática se determina que sabe el alumno, como opera con ese conocimiento, las vías que utiliza para aprender, sus cualidades, valoraciones y comportamiento. Consecuentemente es importante comprobar el dominio de conocimientos antecedentes, el nivel de desarrollo de habilidades, y la manifestación del comportamiento de los valores, que en el proceso docente – educativo tienen lugar como resultado de su sustento en la Didáctica.
De las leyes de la Didáctica a la que se acoge el sistema educativo cubano se tienen en cuenta para la propuesta la:
En la concepción metodológica propuesta se evidencia la primera ley en la respuesta que brinda el proceso docente- educativo, desde la asignatura inglés I, a la necesidad de fortalecer la responsabilidad en los educandos. A través de los ejercicios se logra integrar el contenido con el aspecto formativo, para paulatinamente obtener una respuesta satisfactoria a la demanda que plantea la sociedad cubana a la escuela.
En la segunda ley se parte del problema como resultado de una necesidad. Este consiste en las insuficiencias del valor responsabilidad, que se manifiestan en la conducta de los estudiantes. Por lo que las acciones están dirigidas a fortalecerlo. Esta relación es elemental para lograr combinar métodos y técnicas participativas que posibiliten la expresión de ideas y sentimientos, el trabajo personológico, y el despliegue de la comunicación.
Teniendo en cuenta estas premisas, se aporta la concepción metodológica reflejada en el siguiente modelo.
La esencia del modelo propuesto radica en la interrelación que se establece entre los componentes conocimiento, habilidad y valor en la asignatura Inglés I, para fortalecer la responsabilidad en el primer año de la carrera Contabilidad y Finanzas. El sistema de conocimiento de la Disciplina Idioma Inglés está formado por el vocabulario, la gramática y los elementos prosódicos de la lengua. No se descuidan habilidades como: la búsqueda de información general y específica, reconocer patrones, inferir significados y valorar la intención del autor, en el caso de la habilidad de lectura. Las habilidades que se trabajan esencialmente son las básicas del lenguaje: habla, audición, lectura y escritura. Estas constituyen también habilidades profesionales, y por supuesto, lo estudiantes deben dominarlas para poseer un nivel de competencia comunicativa apropiado, a través del dominio de sus áreas fundamentales, (Canale y Swain 1980:63).
Sin dudas, el resultado final del aprendizaje de una lengua extranjera es la habilidad de comprenderla y producirla en sus formas oral y escrita. Sin embargo no se aspira a que los estudiantes, cuyo objeto de estudio no es la lengua extranjera, dominen al máximo la competencia comunicativa, pero si que la aprendan para ensanchar su diapasón cultural, y enfrentar futuros retos profesionales que demandan el dominio adecuado de la lengua.
En la concepción metodológica, los valores que se trabajan son los propuestos por el colectivo de año, se tiene en cuenta el Modelo del Profesional, los objetivos del año y el diagnóstico. Se sistematizan valores como la honestidad, la solidaridad, y la responsabilidad. De estos se prepondera la responsabilidad en el primer año, teniendo en cuenta las características de los estudiantes que se inician en la enseñanza superior, y porque además el estudio independiente adquiere un carácter esencial en el desarrollo de la asignatura. En el Plan de Estudio “D” la forma de docencia que prima es la semipresencial, y los alumnos están llamados a construir su aprendizaje a través del autoestudio.
Del programa de asignatura Inglés I se seleccionan los contenidos de las unidades cuya temáticas favorecen el fortalecimiento de la responsabilidad, y se integran las habilidades básicas, las del pensamiento lógico y las profesionales con los conocimientos y el valor en las actividades de la propuesta.
Dada la necesidad de lograr influencias positivas en el desarrollo de la responsabilidad del futuro egresado se concibe esta propuesta metodológica teniendo en cuenta que:
Estos elementos son de vital importancia para el profesor ya que en la aplicación de la propuesta debe primar el buen estado de ánimo y crear una atmósfera emocional positiva. Se deben asignar tareas que demanden actividad, y que enlacen lo cognitivo con lo afectivo. El éxito de la solución de los ejercicios estará determinado en gran medida por la correcta selección y organización de los contenidos, y del método. Se sugiere el empleo de procedimientos, medios verbales y visuales que estén unidos a situaciones problémicas para estimular la reflexión, a partir de ejercicios integradores.
La utilización de métodos participativos en el proceso docente-educativo, como vía importante para el desarrollo de la actividad del estudiante; quien es sujeto del aprendizaje y de la educación de la responsabilidad, propicia la flexibilidad, la posición activa, la reflexión personalizada, la perseverancia y la expresión del valor en la regulación de la actuación del estudiante.
La concepción metodológica que se propone implica la planificación de un tipo de enseñanza dialógica, con el empleo de métodos participativos y la combinación del trabajo grupal e individual, que estimule los procesos de comunicación entre todos los participantes, como una importante vía para contribuir al desarrollo de la responsabilidad de los estudiantes.
Las técnicas participativas juegan un importante papel en la concepción metodológica. Se sugieren las siguientes:
Es evidente que no se puede concebir una integración en función del desarrollo del estudiante sobre la base de la espontaneidad del profesor, que incorpora elementos al proceso docente- educativo, pero que a su vez se nutre de este a partir de su preparación sistemática. La variedad temática contribuye a conservar el interés por la actividad. Por ello, la precisión en la selección del material, teniendo en cuenta que cumpla con los requisitos establecidos para su uso y conservación, es muy importante pues el estudiante debe reflejar en su conducta una apropiación del valor trabajado de manera conciente en el ejercicio.
En la realización de los ejercicios se propicia la formación de la responsabilidad y se enseñan las cualidades que deben primar en los jóvenes como: la camaradería, la solidaridad y el respeto en su relación con los demás. Se debe ofrecer una orientación adecuada, destacar el objetivo, explicar en que consiste la tarea y como realizarla, así como la organización (individual o por equipos), y sobre todo planificar la evaluación del proceso.
La evaluación proporciona información para hacer los ajustes necesarios en el proceso docente- educativo. Su complejidad aumenta al evaluar aprendizajes de actitudes, valores y normas, por cuanto entran en juego un conjunto de factores personales, familiares y ambientales que inciden en el rendimiento escolar y en el profesorado. En este caso se evalúan los contenidos conceptuales (saber), procedimentales (saber hacer) y actitudinales (valorar).
Así, el proceso evaluativo debe ser motivador y generar actitudes de superación de las dificultades. Se
planifica teniendo en cuenta la necesidad de emplear las potencialidades educativas que brinda el proceso docente-educativo, para promover el interés por el estudio, el reconocimiento de los errores propios y las vías para su superación. Esto es posible a través de la utilización de diversas formas de control: la autoevaluación, la evaluación mutua y la evaluación grupal que contribuyen a la formación de cualidades como: la autonomía, la reflexión, la responsabilidad y la crítica.
La evaluación es un componente fundamental en la concepción metodológica porque permite comprobar lo orientado, y analizar los resultados para que el estudiante demuestre sus posibilidades valorativas en la expresión oral o escrita del ejercicio en cuestión. Esta permite conocer en qué medida se alcanzaron los objetivos y se lograron las expectativas, además brinda información acerca de la influencia ejercida por la concepción en el fortalecimiento de la responsabilidad.
Durante la ejecución de las acciones se potencia a la responsabilidad como reguladora de la actuación del estudiante, y se controla el transcurso del proceso para hacer una evaluación sistemática de las transformaciones esenciales ocurridas. La comprobación de resultados y la retroalimentación son elementos necesarios en el diagnóstico inicial y final del valor trabajado.
Por consiguiente los métodos y técnicas de evaluación deben ser fiables, válidos y reunir los puntos de vistas de estudiantes y profesores.
La observación sistemática es un instrumento fundamental para evaluar la responsabilidad. Al respecto se deben crear situaciones educativas que permitan la aplicación de técnicas como: el rregistro anecdótico, las escalas de observación, listas de control, pautas de observación y el diario de clase. Se pueden utilizar otras vías como intercambios orales en entrevistas, debates, asambleas, etc.
Desde esta óptica la concepción metodológica que se asume posee las siguientes características:
Lo anteriormente referido influye positivamente en el rol que asume el profesor en el enfoque de clarificación de valores, y ayuda a perfeccionar las posiciones que se adopten en este orden. Al respecto, las ideas de la Ms. C. Delci Calzado Lahera son tenidas en cuenta. El profesor:
Ello significa también, para la concepción que se propone, que el profesor constituye un orientador y guía en el proceso de fortalecimiento de la responsabilidad. Este debe cuidar de ser un buen patrón a imitar y que los estudiantes sientan admiración y respeto por él, pues estos están pendientes de sus acciones y de la calidad de su enseñanza. La función del profesor es diseñar situaciones de aprendizaje que planteen retos al estudiante para que, en el proceso de solución de las tareas, en condiciones de interacción social, pueda formar y desarrollar las potencialidades que le permita ser sujeto de su actuación. El profesor, como orientador y facilitador del proceso plantea tareas que estimulen la construcción de conocimientos, habilidades y motivos de actuación para el desarrollo integral del alumno. Ello implica diseñar tareas de aprendizaje que propicien la reflexión en torno a la importancia del valor responsabilidad para la vida personal y profesional; que estimulen asumir una posición activa y flexible en la expresión del valor, como regulador de su actuación. En un clima de participación democrática sustentada en la aceptación, la confianza y el respeto a la diversidad de opiniones, y en el que el profesor es una autoridad no impuesta, sino ganada por su ejemplaridad y condición de modelo educativo.
Es imprescindible en la estructuración de la concepción metodológica tener en cuenta tres etapas. Para hacer más viable su desarrollo y comprensión se emiten consideraciones específicas en cada una:
PRIMERA ETAPA: SELECCIÓN DEL TEMA.
SEGUNDA ETAPA: DISEÑO DE LAS ACTIVIDADES.
TERCERA ETAPA: DEMOSTRAR CÓMO FORTALECER EL VALOR RESPONSABILIDAD
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